No es un transtorno como tal, sin embargo, las personas que padecen o han padecido este fenómeno se caracterizan por estar convencidas de que son un fraude, de que no merecen el éxito que han conseguido e incluso llegan a considerarse inferiores al resto, por ello, en este artículo profundizaremos sobre el Síndrome del impostor: síntomas y tratamiento.
El síndrome del impostor, también conocido como dismorfia productiva, es un fenómeno psicológico que sufren aquellas personas que no son capaces de reconocer su propia valía. Al padecer este problema tienen la sensación de no estar a la altura, de no ser lo suficientemente competentes, a pesar de alcanzar numerosos logros académicos y laborales. En su mentalidad esos logros han llegado por mera casualidad o gracias a terceras partes, siendo este el motivo por el cual se sienten impostores.
Este problema puede afectar a cualquier persona, independientemente de su estatus social, su experiencia laboral, nivel de conocimientos o grado de experiencia. De hecho, el 70 % de las personas puede padecer este fenómeno en algún momento de su vida. Hay diferentes niveles dentro de la dismorfia productiva: en el primer nivel, se trata de algo temporal que se puede disipar con el tiempo. Consiste en el sentimiento de duda causado por la inseguridad a la hora de enfrentarnos a un nuevo reto (exponer un proyecto, un nuevo puesto de trabajo, comienzo de estudios, entre otros). Y otro nivel más profundo, en el cual la duda perdura en el tiempo, convirtiéndose en un miedo crónico ante cualquier situación que implique un mínimo riesgo. No obstante, a pesar de tener una mayor duración puede superarse con la debida ayuda psicológica.
En la actualidad, este fenómeno tiene un gran impacto en el ecosistema laboral. Los trabajadores se ven frecuentemente afectados por este problema psicológico, el cual repercute negativamente en su desarrollo profesional, viéndose reflejado en su falta de productividad y seguridad, por ello, es importante detenernos sobre este Síndrome del impostor: síntomas y tratamiento.
Síndrome del impostor: síntomas y posibles causas
1. Educación familiar.
La dinámica familiar desempeña un papel importante en el desarrollo cognitivo y la gestión emocional de los sujetos. Esto se ve reflejado en los niños que se sienten presionados y asustados al equivocarse o no estar a la altura, debido a las consecuencias. Las personas que provienen de familias con alto nivel de conflicto y con bajos niveles de apoyo pueden ser más propensas a experimentar el síndrome del impostor.
2. Falta de seguridad.
Las personas inseguras y con una baja autoestima son más susceptibles ante problemas psicológicos de este tipo. A pesar de sus logros, siempre van a poner en duda sus habilidades, sintiéndose inseguros a la hora de enfrentarse a nuevos retos.
3. Nuevos comienzos.
La dismorfia productiva se padece frecuentemente cuando las personas atraviesan transiciones que cambian su estilo de vida y rutina. Sienten la presión por no saber si alcanzarán el éxito en esta nueva etapa, teniendo la preparación y experiencia suficiente. Algunas preguntas como ‘¿estaré preparado?’ o ‘¿lo haré mejor que la persona que estaba antes en este puesto?’ alimentan las inseguridades y pueden dar lugar al síndrome del impostor.
4. Ansiedad social.
El síndrome del impostor y la ansiedad social pueden coincidir. Estas personas experimentan este fenómeno sintiendo que van a descubrir su incompetencia social. Aunque ambos afectan a nuestra salud mental y los síntomas de uno pueden alimentar al otro, no significa que todas las personas que experimentan el síndrome del impostor tengan ansiedad social o viceversa.
Síndrome del impostor: síntomas y tratamiento
A continuación, vamos a ver una serie de indicaciones para saber cómo superar el síndrome del impostor y ser más productivo:
- Ser conscientes de que no todo gira en torno nosotros mismos. La dismorfia productiva hace sentir a las personas como impostores, debido en parte porque estas piensan que son más importantes de lo que realmente son. Es decir, se centran en cómo el resto del mundo va a opinar acerca de ellas y quieren lograr una perfección inalcanzable.
- Es muy importante como remedio principal ante este problema, aceptar tus habilidades y tus aptitudes, ser consciente de que el éxito proviene de tus méritos, no de un golpe de suerte ni casualidad. Aceptar que tienes responsabilidad en aquello que logras, no solo en los fallos si no también en el éxito.
- Evitar las comparaciones es otra importante acción a llevar a cabo cuando una persona padece de este síndrome. Es común medir siempre el rendimiento en comparación a los demás, lo cual conlleva a incrementar las inseguridades y sobresaltar los puntos débiles de uno mismo.
- Renovar el concepto de productividad es fundamental, puesto que la dismorfia productiva genera en las personas una concepción errónea de la productividad. Esto se ve reflejado en aquellas personas que se frustran si no han sido útiles durante todo el día o si han cometido algún error. Todo esto da lugar a una presión continua hacía la propia persona, siendo como resultado la saturación y desmotivación. Hay que saber bajar el ritmo, desconectar y descansar, porque esta parte es tan indispensable como el trabajo para conseguir ser productivos.
En definitiva, el objetivo principal para superar este fenómeno psicológico es tener una visión realista del entorno y de uno mismo, sin comparaciones. Aceptar nuestras limitaciones y sobre todo valorar nuestras capacidades. Se trata de comprender que la perfección es inalcanzable, porque esta es inexistente y es algo que nunca vamos a lograr, teniendo esto en cuenta evitaremos futuras frustraciones.
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