Después de ser electo como presidente del Consejo Popular Catedral, el actual coordinador general del proyecto realizó un estudio de los principales problemas sociales de la comunidad. Uno de los problemas que le causó mayor preocupación fue un grupo de jóvenes que estaban desvinculados del estudio y del trabajo. Sus principales motivos para no estudiar o trabajar eran la falta de motivación y de voluntad de crecimiento.
En aquel momento, en 2011, el gobierno había aprobado nuevas regulaciones para el trabajo por cuenta propia, que abrió nuevas formas de empleo. Un nuevo restaurante privado llamado La Moneda Cubana se acababa de inaugurar y necesitaba fuerza de trabajo. Así que el Presidente del Consejo y el dueño del restaurante idearon una iniciativa conjunta para crear un programa de entrenamiento de servicios gastronómicos para jóvenes desvinculados de la comunidad.
El programa de entrenamiento inicial tuvo 21 estudiantes, que como parte de su entrenamiento, recibieron clases de técnicas de salón, cocina cubana e internacional, cantina, higiene de los alimentos e idioma inglés. Los talleres eran impartidos por profesores de gran experiencia en sus especialidades. Muchos de ellos eran jubilados de entidades estatales que se especializan en estas esferas.
Cinco años después de su fundación, el proyecto ya tenía más de 200 estudiantes matriculados de toda La Habana. Para entonces, el programa tenía un enfoque más amplio mediante el cual los estudiantes adquirían conocimientos de marketing, relaciones públicas, contabilidad, recursos humanos, el mundo del habano, el maridaje del ron, etc. El proyecto ha mantenido fuertes lazos con la Oficina del Historiador, mediante los cuales los estudiantes aprenden sobre los principales sitios de la comunidad y su historia, para estar mejor preparados para la atención al cliente.
A 12 años de su fundación, el Proyecto de Desarrollo Local La Moneda Cubana cuenta con dos sedes, cerca de 500 estudiantes matriculados y más de 50 trabajadores, entre profesores y personal administrativo. Más de 50 restaurantes del sector privado, así como empresas estatales de servicios gastronómicos, se han asociado al proyecto para que los estudiantes hagan sus prácticas laborales en dichos establecimientos. Estas instalaciones son la principal fuente de empleo para los graduados del programa. De modo que el proyecto también intenta garantizarle empleo a la mayoría de sus graduados.