Aquellos que se pregunten por qué era pertinente constituir un “Observatorio Español de Estudios Demoscópicos” en la UCAM, que se dirijan a su presidente José Luis Mendoza, que ha sido su precursor. Lo que nos toca constatar a aquellos que hemos participado en la cimentación de la idea es que ha cuajado en un sonoro éxito desde su fundación en 2019.

La parte “sonora” del éxito se debe, sin duda, a Antonio Semitiel, director general de Comunicación, y a su proverbial habilidad para transpirar los resultados de los barómetros elaborados por el Obede en los medios de comunicación. Los trabajos desarrollados por el Observatorio son solventes y de garantía técnica, gracias al politólogo Francisco Javier Lópe Carvajal y, también, a la labor de consultoría de los integrantes del Grupo de Investigación en Comunicación, Política e Imagen de la Facultad donde está ubicado orgánicamente este departamento. En cuanto a mí, se me ha atribuido la recreativa labor menor de pasarlo muy bien La Universidad Católica continúa con paso firme su actividad, en un curso sin duda complicado por culpa de esta dura pandemia que tanto daño está causando. La vida en el campus continúa, siempre con las máximas garantías sanitarias, haciendo de la Universidad uno de los lugares más seguros. En un contexto histórico convulso con asaltos al capitolio, problemas derivados del maldito coronavirus, y un sinfín de circunstancias adversas, la UCAM trabaja para aportar instrumentos válidos que ayuden a paliar esta situación, que puedan arrojar luz en un momento de la historia que se oscurece por momentos como consecuencia de la libertad del ser humano. En este sentido, la investigación cobra un papel fundamental, especialmente en el área de las ciencias de la salud. Para ello, la institución dolibando el fabuloso flujo de datos y gráficas que se escanciaban del voluminoso informe que extractaba la investigación.

Desde su fundación en 2019, el presidente de la Universidad Católica de Murcia entramó en la genética del Observatorio los ideales que él quería que imperasen en la ejecución de los informes demoscópicos que surgiesen de su seno.

Los trabajos, nos dijo ad initio, debían ser independientes, objetivos y neutrales, sin excepciones

El último barómetro sobre el estado de opinión de la sociedad murciana en relación a la coyuntura política, económica y social en la Región, publicado el día 13 de enero, ha sido fervientemente fiel a esta filosofía fundacional.

A mi modo de ver, esa lealtad a la verdad científica de los sondeos, sin “cocinados” que introducen sesgos ulteriores -tan comunes-, y sin intromisiones – tan habituales-, ha sido la causa principal por la que este estudio concreto ha nutrido el flujo informativo de diarios, portales, radios y televisiones durante casi una semana. La credibilidad del barómetro, fundada en la verosimilitud, la escrupulosidad, la transparencia y una copiosa base documental, es lo que le ha granjeado una pródiga dinamización mediática, su citación por parte de los periodistas más prestigiosos de nuestro entorno, y su permeado a los cuadros dirigentes de nuestra clase política.

Estos resultados alentadores y su compulsa social, agradables de reconocer, nos animan a porfiar en nuestros principios deontológicos; a proceder con máxima honradez y transparencia en nuestros trabajos, en la convicción de que en la credibilidad reside el valor de la información; y a preparar ya el que esperemos sea el próximo informe radiográfico fidedigno sobre el estado de opinión en nuestra sociedad.

Dr. Pablo Salvador Blesa Aledo

Vicerrector de Relaciones Internacionales