Mucho se ha hablado en los últimos años sobre la importancia de la Transformación Digital en las organizaciones, pero ha sido en estos últimos meses, con la llegada de la pandemia, cuando se ha tenido realmente una ´conciencia social` sobre su importancia. Y es que el peso de transmitir esta necesidad ha recaído erróneamente en los profesionales de las TICs, quienes nos hemos dedicado a destacar las tecnologías innovadoras más que los beneficios que proporcionaban.

En el mundo de las siglas y los anglicismos en el que los ingenieros informáticos nos sentimos tan cómodos, hemos destacado tecnologías disruptivas tales como IoT, Blockchain, Cloud, Big Data, I.A. o realidad virtual, entre otras, fascinados por su arquitectura y dejando de lado el valor de explicar a la ciudadanía el verdadero significado, el por qué y para qué. La Transformación Digital tiene como protagonista indiscutible al usuario, que demanda continuamente mejoras; a veces con un objetivo laboral, al poder acceder desde cualquier dispositivo con conexión a los programas que utilizo en mi trabajo como si estuviera en la oficina, gracias a la tecnología Cloud. Otras, con un objetivo de desarrollo sostenible, como la regulación de la temperatura, humedad o luminosidad, con el consiguiente ahorro energético que nos proporciona el IoT.

En el área de educación, destacaría el aprendizaje mediante técnicas de simulación que proporciona la realidad virtual, y en el ámbito de la medicina la aplicación de Big Data o Inteligencia Artificial para diagnóstico de cáncer, o la robótica en cirugía.

En los meses de marzo y abril, en pleno confinamiento, y cuando todas las entrevistas o debates se  transformaron a formato ´webinar`, una de las preguntas que más me realizaron fue referente a cómo pudimos llevar toda la docencia de 20.000 alumnos de formato presencial a virtual en apenas un fin de semana.

La Transformación Digital es equiparable a la Revolución Industrial, por la magnitud de cambios a nivel social y económico que lleva asociados

Y es que la transformación digital es un proceso que no se improvisa, algo que llevábamos años ejecutando. Es difícil imaginar una revolución así, a golpe de click.

Dra. Belén López Ayuso

Vicerrectora de Enseñanza Virtual