“Uno se escapa de lo que rechaza, por ejemplo, de su mujer, de sus hijos y tendemos a ponernos el anillo para hacernos invisibles frente al dolor. Pero para hallar la felicidad es necesario no tener miedo a sufrir”, explicó ayer el escritor Diego Blanco en la conferencia ‘Desvelando la parábola de El Señor de los Anillos’, que la Universidad Católica celebró en el salón de actos, a la cual asistieron alrededor de 300 alumnos.

Basándose en el estudio de la obra de Tolkien, Blanco afirmó que en la novela “el autor plantea un camino hacia la fe que el protagonista Frodo realiza al salir de la Comarca y llegar a Mordor”. Esto simboliza el trayecto que todo cristiano debe hacer para tirar el anillo, que nos evita el sufrimiento y, en realidad, “es el pecado original que heredamos de nuestros padres y debemos deshacernos de él”.

En este sentido, Frodo hereda esta sortija de su padrastro y se siente tentado a ponérsela siempre, porque es una manera de huir del sufrimiento, según relató el escritor en la Universidad."Si nos aferramos al anillo, nos convertiremos en Gollum, quien sufre mucho por su dependencia al objeto. Por eso, ser cristiano significa romper el anillo que nos hace daño”.

Con respecto a la tarea de destruir esta sortija, flaco favor hacen la televisión y la ficción, desde el punto de vista de Blanco:” Las películas, en general, justifican la maldad presentando a protagonistas que son malos y promueven la idea de que hay que escapar del dolor, que el hombre es un lobo para el hombre y hay que ser malvado ya que no hay otro remedio”.

Para concluir, dijo que “los jóvenes necesitan modelos y focos de luz para guiar sus vidas”.