Entrevista realizada al presidente de la UCAM, José Luis Mendoza
«Formaremos médicos en los valores del cristianismo. En contra de la cultura de la muerte, la eutanasia y el aborto»
José Luis Mendoza. Presidente de la Universidad Católica San Antonio (UCAM)
Han pasado solo unas horas desde que el grado de Medicina dispone de luz verde y el presidente de la UCAM, casi en éxtasis, ya introduce pegas a las condiciones aprobadas: «Es injusto que los alumnos de la Católica tengan que pagar por hacer prácticas». Llega de orar con su esposa -su salmo preferido, 'el señor es mi pastor, nada me falta'- y de darse una paliza en el gimnasio de su casa, anclada en el mismo campus de Los Jerónimos, donde, asegura, muchos de sus 14 hijos siguen durmiendo en literas y todos los días se come de cuchara. En la Católica las campanas repican y Mendoza repasa las cifras de sus logros «pese a la persecución de que somos objeto»: más de 1.400 trabajadores, 12.000 alumnos y beneficios «importantes».
-Ya puede impartir Medicina en la UCAM, ¿satisfecho?
-Han sido más de cinco años. Después de mucho tiempo de intenso trabajo y dificultades, lo hemos conseguido. No soy un hombre triunfalista, pero conseguir esta autorización nos ha dado paz, tranquilidad y sosiego. Era un objetivo primordial de esta universidad formar médicos en los valores éticos y morales del cristianismo, donde se constata la defensa de la vida como un valor fundamental, el respeto a la dignidad de la persona y el fomento de la cultura de la vida, en contra de lo que se preconiza en estos momentos en muchos sectores de la sociedad, que es la cultura de la muerte apoyando la eutanasia, el uso de la píldora anticonceptiva, el aborto y todo lo que está fuera de los contextos que permite la iglesia... Queremos formar médicos en esta línea, que sean grandes profesionales y puedan hacer esta labor constructiva de ayuda al ser humano.
-¿Piensan adoctrinar a los alumnos en esos preceptos?
-Nosotros no adoctrinamos; en el plan de estudios presentamos una serie de materias que son obligatorias en todas las carreras que se imparten, como la ética, la bioética, la doctrina social, la teología. No se lo vamos a imponer a nadie, simplemente van a tener oportunidad de escuchar la voz de la Iglesia, y luego cada uno actuará en conciencia.
-Catedráticos, sala de disecciones, doctores... ¿todo en orden y ajustado a los requisitos?
-¡Como es lógico! Tenemos un plantel de doctores y catedráticos de prestigio contratados. El catedrático de Cirugía Cardiovascular Jesús María Herreros, de Navarra, se encargará de la cátedra de Ingeniería Biomédica. Otra cátedra internacional estará dirigida por el oncólogo Antonio Brugarolas. La cátedra de Traumatología del Deporte también es una de las más prestigiosas, dirigida por Pedro Guillén, y en ella colaboran varios premios Nobel. El vicedecano será el oftalmólogo Jerónimo Lajara.
-Las reglas del juego han quedado fijadas por escrito: solo 45 alumnos, selección por nota y prácticas pagadas y con preferencia en los hospitales públicos para los alumnos de la UMU.
-Hemos aceptado estas condiciones y de momento no merece la pena que nos hagamos otros planteamientos. Para las prácticas hemos nombrado tres coordinadores en los tres hospitales. Un importante número de jefes de servicio quiere colaborar y participar como profesores en la Facultad de Medicina, y nos han ofrecido sus servicios para que los alumnos puedan realizar sus prácticas.
-Pero siempre tendrán preferencia los alumnos de la pública y ustedes están obligados a pagar las prácticas. ¿Se conocen ya las tarifas?
-Aún está pendiente. Hasta ahora la UCAM ha realizado prácticas y no se ha producido esa colisión, y tengo constancia de que en numerosos servicios hospitalarios todavía están pendientes de ver alumnos de Medicina. ¿Es curioso, no? Sobre el pago de las prácticas, yo ya me he dirigido a otras comunidades y allí no hay que pagar absolutamente nada, y no se producen estas exigencias que se dan en esta comunidad. Por eso uno está muy sorprendido, es un tema que le quiero plantear al ministro de Universidades y al presidente del Gobierno porque considero que no es justo. Es una discriminación a los alumnos de la UCAM.
-¿Repercutirá en el precio de las tasas que los alumnos tendrán que pagar? ¿Se ha fijado ya?
-Estará sobre los nueve mil y pico euros. Ofreceremos una alternativa que consiste en prepararlos desde el principio de la carrera a la oposición MIR. Cuando terminen estarán preparados para presentarse, y estos costes corren por cuenta de la Católica. Ninguna universidad en España lo hace.
-Los alumnos tienen que ser seleccionados en función de su calificación. ¿Qué ocurre si los que tienen las mejores notas no tienen dinero para pagar la matrícula?
-Hemos llegado a un acuerdo con entidades bancarias para que se les den créditos a bajo interés. También pueden solicitar las becas del Estado. Pero solo 45 alumnos, es un número un poco... somos la única universidad a la que se le autorizan tan pocos, no hay ningún precedente en España, todas las privadas tienen 120. Y tenemos una realidad, se van a jubilar miles de médicos en España y están viniendo miles de médicos de Suramérica.
-Se pone en duda la calidad de los estudios de Medicina en la UCAM...
-Es ridículo, hacer juicios sin que se haya empezado. No comprendo que se digan tales barbaridades. Es algo absurdo y sin sentido. Pueden decir lo que quieran, pero somos la tercera universidad privada de España en producción científica.
-¿Cuál es la tasa de fracaso académico entre sus alumnos?
-No le puedo dar los datos exactos, pero es muy baja. La tasa de empleabilidad es muy alta.
-¿Se dejaría operar a corazón abierto por los médicos de la UCAM?
-Sí, confío plenamente en su formación. Si en las demás profesiones han demostrado suficiente cualificación, por qué no los médicos.
-Dice que se siente víctima de una persecución...
-No tengo la menor duda de que esta universidad, quizá por el hecho de ser católica, y por razones que conozco pero no quiero publicar, ha sufrido un acoso y derribo tremendo. Pero a pesar de ello la UCAM está consolidada, de manera que da trabajo a 14.700 personas, es probablemente la empresa de servicios más importante de Murcia. Una empresa que da beneficios, genera riqueza, trabajo y presta un servicio público, sin ayuda alguna por parte de la Administración. La ayuda ha sido y es 'cero', económicamente hablando.
-¿No se resienten de la crisis las cuentas de la UCAM?
-Todo lo contrario. En los últimos años ha tenido importantes beneficios, lo que demuestra que la gestión privada sin ánimo de lucro es un éxito. No voy a hablar de cantidades porque no quiero tampoco asustarles.
-Asústenos...
-Casi todas las empresas tienen pérdidas, y tenemos beneficios, importantes. No hemos tenido que reducir sueldos ni recortar ninguna paga, y el año pasado contratamos a cien profesores y éste a otros tantos. Estamos al día en todo. Pero los beneficios los destinamos a investigación, infraestructuras, patrocinio deportivo y acción socio-caritativa. La fundación San Antonio lleva donados cincuenta y tantos millones de euros a Cáritas, Manos Unidas, Proyecto Hombre, casas de acogida... A Lorca hemos donado 300.000 euros. Sorprende que una institución como la nuestra que está haciendo un bien enorme sea atacada.
-Dice que no recibe dinero público, pero, ¿por la vía de proyectos acceden a otros fondos?
-Accedemos a concursos como cualquier otra institución privada, pero las cantidades son mínimas y se dedican exclusivamente a investigación.
-¿Qué le ha parecido la actitud del consejero Ballesta, firme opositor de Medicina en la UCAM en sus años de rector de la UMU, absteniéndose de participar ahora en el proceso?
-He sido muy respetuoso con la opción del consejero; él ha actuado en conciencia, pero entiendo que es consejero de Universidades y miembro del Gobierno del PP, y como tal debe actuar. Lo que no quita que entienda que tiene que volver a la universidad pública, y allí recibirá muchas presiones. Para mí, para esta universidad, ha sido fundamental el apoyo de Ramón Luis Valcárcel, que desde el primer momento, en contra del parecer de muchos, ha apoyado a la UCAM para su creación y para la implantación de todos los títulos, los 23 grados que tenemos autorizados.
- Cinco consejeros de Universidades ha conocido, ¿cómo los califica?
-No quiero hacer valoraciones sobre ellos. He vivido muchas experiencias, a veces me he visto muy solo. Desde el principio ha sido así, pero vivo desde la fe la labor de la UCAM, como una misión que tengo que llevar a cabo de servicio a la Iglesia y a la sociedad. Es mi único objetivo. De hecho, en escritura pública, y con el apoyo de mi mujer y mis hijos, hemos nombrado a la Iglesia Católica heredera universal de todos los bienes de la UCAM.
- ¿En qué momento se encuentra su relación con el rector de la Universidad de Murcia?
-Nuestra relación nunca ha sido buena. El rector de la UMU siempre ha puesto muchas dificultades a las titulaciones que hemos querido implantar. Le conozco muchos años, en 1986 me apoyó cuando firmé un convenio con la Complutense... pero cuando fue nombrado rector de la Universidad, esas relaciones de amistad y de cariño se enfriaron totalmente. Para mí la amistad es un regalo, una gracia y un don, y un amigo nunca hace daño a otro.
- Pero al final, si volvemos la vista atrás, siempre se sale con la suya: Arquitectura, Derecho, la disputa por la titularidad de la UCAM...
-Soy un defensor de la justicia y el derecho. Dios ama la justicia y el derecho, y de su amor está llena la tierra, dice el salmo. Y era de justicia que nos dieran Medicina, era de justicia que nos dieran Arquitectura, Derecho... aunque la implantación de cada una de ellas haya supuesto un combate contra la UMU o la UPCT, que también nos ha plantado siempre batalla. Esto no ocurre en el resto de comunidades españolas.
- En otras comunidades tiene la vista puesta para próximos proyectos. ¿Qué hay del campus de Alicante y del que planea en Málaga?
-El primer objetivo es Alicante, va todo muy avanzado y el apoyo del Gobierno y del alcalde de San Juan han sido totales. Lo siguiente es el campus de Málaga, pero aún estamos pendientes de adquirir los terrenos.
-¿Y las sedes internacionales?
-La de Cuba está funcionando muy bien. En Brasil tenemos dos escuelas de doctorado y master. En Perú también impartimos un máster, y en Paraguay tenemos otro proyecto. También tenemos sede en Austria y Alemania. En Roma queremos montar la Universidad Católica de Roma, que va por buen camino.
-Allí tiene siempre las puertas abiertas de par en par. ¿Si llama al Papa se pone al teléfono?
-No soy tan importante como para eso, pero sí es cierto que con cierta frecuencia le veo y hablo con él. Todos los años tengo ocasión de hablar con el Santo Padre y tengo una buena amistad con él, de cariño y aprecio mutuo. Para mí es un regalo haberle conocido cuando era prefecto y estuvo a la UCAM. Él tiene en su escribanía nuestra foto, con los catorce hijos, y nos ve todos los días. El Santo Padre se fue muy satisfecho del testimonio de fe que conoció aquí. Todos los días estoy viendo verdaderas conversiones en la universidad entre los jóvenes.
-¿Manda tanta 'romana'? El obispado terminó reconociendo que la UCAM es propiedad de la Fundación tras una agria disputa...
-La titularidad siempre ha sido de la Fundación San Antonio, y así lo han reconocido todos los informes jurídicos de la Conferencia Episcopal y de la Santa Sede.
-Pero el Monasterio de Los Jerónimos sigue siendo propiedad de la Iglesia...
-Cuando lo cogí era una ruina, y tuve posibilidad de comprarlo por 60 millones de pesetas, pero le dije al obispo Azagra que no quería comprarlo porque mi plan era donar todas las propiedades a la Iglesia. ¡Si he donado hasta mi casa! Hemos invertido aquí todo nuestro patrimonio. Hace dos años intentaron comprarme la Universidad por 300 millones de euros, pero dije que esto no se vendía. Y si pido 400 millones, me los dan.
-La disputa, dicen, le costó el puesto al obispo Reig Plá...
-Aquello fue un tema muy desagradable; mis relaciones con él fueron muy estrechas y cordiales, pero por razones que no puedo explicar cambió de rumbo y generó una situación anómala que nunca se tendría que haber producido. Cuando surge un problema en el interior de la Iglesia, en el interior de la misma se tiene que resolver. Es un tema pasado y yo no tengo nada en mi corazón contra él, aunque ha generado grandes sufrimientos a mi familia, especialmente a mis hijos.
-En Los Jerónimos precisamente saltó el escándalo internacional por las declaraciones del cardenal Castrillón...
-La condición humana es condición humana dentro y fuera de la Iglesia, y es inevitable que a veces sucedan esas cosas. Debemos procurar resolver nuestras cosas en silencio y no darle publicidad porque no beneficia a nadie.
-Pero resolverlas...
-Sí, por supuesto, y con la solución adecuada.
-Y si la solución pasa por la cárcel...
-El Papa ha sido muy claro. Si un sacerdote ha cometido un atentado grave y tiene que ir a la cárcel tendrá que responder de sus actos. Hay una justicia en este mundo, y si uno comete un abuso tiene que responder. Luego está la justicia divina, y todos tendremos que responder ante Dios de nuestros actos.
-¿Se ha enriquecido con la cesión de terrenos por parte del Ayuntamiento de Murcia o la compra de dos cuarteles en Cartagena?
-Yo tenía un patrimonio muy grande y nos hemos quedado sin patrimonio. A mí el Ayuntamiento no me ha regalado nada, eso es falso, hemos hecho una donación de permuta. Y en Cartagena pagué una fortuna por unos terrenos que no valen nada.
-Pertenece al camino neocatecumenal, los 'kikos'; ¿ha sido la UCAM campo de enfrentamiento de las diferentes sensibilidades de la Iglesia?
-Mi mujer y yo somos del camino neocatecumenal y mis catorce hijos han nacido en él. Soy una persona abierta a todos los carismas, y en esta universidad pueden trabajar carismáticos y diocesanos, de la obra, del camino, comunión y liberación, focolares, dominicos, laicos; es una maravilla.
-Prepara su desembarco en el patrocinio de equipos de fútbol, ¿debe preocuparse Samper?
-Siempre he sido un atleta competitivo: pesas, tenis de mesa, atletismo... el deporte ayuda a tener disciplina, control de uno mismo, es importante fomentar el deporte entre los jóvenes. Dedicar parte de los beneficios a patrocinar equipos es positivo. He pagado el dinero necesario para comprar el equipo de segunda B de fútbol, y estamos muy ilusionados.
Entrevista extraída del diario La Verdad del domingo 29 de julio de 2012
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