Generosidad en forma de tiempo compartido en las Hermanitas de los Pobres
Alumnos de diferentes titulaciones de la UCAM han acudido este fin de semana, como hacen periódicamente, al asilo cartagenero para acompañar a sus residentes en actividades de ocio y tiempo libre, en el marco del convenio que mantienen ambas instituciones desde hace años
Es sábado, y la mañana ha comenzado con una Eucaristía. Tras el oficio religioso, la Madre Superiora ha acompañado a la delegación de alumnos de la UCAM en un tour por las instalaciones antes de anunciar por megafonía a los usuarios la llegada de los jóvenes. “Los residentes viven esta experiencia con mucha ilusión, pero para los jóvenes también es una riqueza impregnarse del conocimiento de los ancianos, que siempre tienen esa sabiduría que da la edad” explica Sor Emilia.
“Somos muy mayores, yo tengo 88 año, y es un placer que personas tan jóvenes quieran compartir su tiempo con nosotros”. Es como se siente Antonio Murcia, residente del Asilo de las Hermanitas de los Pobres de Cartagena cada vez que recibe la visita de los estudiantes de la Universidad Católica. Junto a él, su compañera Josefina Montalbán también se muestra muy ilusionada. “Tengo Facebook desde hace dos años y ahí cuento cosas de la Guerra, de mi vida en general y también vivencias como ésta, que me dan mucha alegría”, asegura. Junto a Antonio y Josefina un gran grupo de ancianos deja sus rutinas y va llegando sonriente a la cafetería y a la sala contigua, donde les esperan estos jóvenes comprometidos y solidarios.
“La universidad nace con una vocación de servicio y de acción caritativa, y con estas actividades ponemos en contacto a los alumnos con realidades en las que aparece la necesidad”, asegura Carmen Gloria González, miembro del cuerpo de tutores de la sede de la UCAM en la ciudad portuaria.
Son solo algunas horas de una jornada festiva las que comparten, pero son todo un regalo para los estudiantes de la Católica. “Para nosotros es un pequeño gesto, pero para ellos es algo muy grande. Resulta gratificante ayudar a la gente”, cuenta Silvio Zambon, estudiante italiano de Fisioterapia. Al igual que él, otro compañero, Stefano Liberati, asegura que “esta es la base de nuestro trabajo; el ‘gracias’ de cuando te vas, no tiene precio".
El testimonio de Stefano y Silvio es compartido por los demás jóvenes que participan en esta jornada de encuentro que, desde la Capellanía de la UCAM, se impulsa para fomentar en el ámbito universitario los valores propios del humanismo cristiano; todo con el fin de generar un impacto positivo en la comunidad. La próxima visita no tardará en llegar; será el próximo 2 de febrero y continuarán hasta el próximo periodo vacacional.