Distribuidos en más de nueve puntos de recogida, los estudiantes voluntarios de UCAM Cartagena se han trasladado durante el mes de diciembre a las puertas de los supermercados con un único objetivo: apoyar a los más necesitados. Gracias a su esfuerzo y compromiso, hoy se han entregado los productos recolectados a la asociación RedMadre y al asilo de las Hermanitas de los Pobres, dos instituciones que trabajan incansablemente por los colectivos más vulnerables de la ciudad.

Durante varios días, más de 70 participantes, motivados por un fuerte espíritu solidario, han logrado recolectar 160 cajas de productos de primera necesidad para familias en situación de vulnerabilidad, mujeres embarazadas y ancianos sin recursos.

Las donaciones han sido recibidas con gratitud por representantes de ambas entidades. María José Cáceres, coordinadora de la delegación de RedMadre en Cartagena, ha destacado la evolución de esta colaboración ya que “UCAM Cartagena fue uno de los primeros sitios a los que fuimos. Desde entonces, hemos recibido mucha ayuda por su parte. No sólo ayuda material, que es esencial para nosotros, sino también por la visibilidad que nos dan”. Por su parte, Catalina María de Jesús, de las Hermanitas de los Pobres, ha recalcado la labor social de la universidad porque “es un motivo de alegría saber que hay personas que piensan en ellos. A veces, lo que más necesitan es sentir que no están solos”.

Para aquellos estudiantes que han participado por primera vez ha sido una experiencia solidaria única. Flora Le Breton, alumna de Fisioterapia, ha explicado que “las personas no solo se paraban para donar, sino para intercambiar palabras de apoyo”. Los más veteranos, como Paloma Torralba y Serghiy Kulyk, de Criminología, han asegurado que “es muy enriquecedor, no solo por la labor de recoger alimentos, sino por la oportunidad de estrechar lazos con otros alumnos y participar todos juntos en una causa común”.

Iniciativas como esta fortalecen los lazos entre los jóvenes y su entorno, fomentando valores de cooperación y responsabilidad social. Más allá de la labor educativa, la universidad promueve entre sus estudiantes la importancia de trabajar juntos por el bienestar de los más desfavorecidos.