Pasión por bailar
Catorce alumnos de la UCAM componen la Compañía Universitaria de Danza de la Universidad
Si entendemos por baile todo movimiento provocado por un sonido musical o rítmico, deduciremos que todos, en mayor o menor medida, sabemos bailar. No obstante, aunque algunos desprestigien el término moviéndose en la pista de izquierda a derecha intentando no caerse, tal y como nos enseñó Will Smith en la película ‘Hitch’, existen personas que realmente son capaces de mostrar el arte que en su interior esconde la danza. Ellos y ellas, camuflados en una sociedad gris que camina mirando al suelo, son los que nos aportan esa gotita contagiosa de pasión, de amor por una materia, una disciplina o un deporte, de querer mejorar, de querer emocionar al que mira.
Desde la prehistoria, los seres humanos han tenido la necesidad de comunicarse a través de movimientos corporales, que expresaban sentimientos o estados de ánimo. Estos primeros movimientos al compás de un ritmo tenían una gran importancia ritual y se relacionaban directamente con acontecimientos tales como nacimientos o muertes.
Poco a poco, la evolución social del ser humano fue transformando el componente ritual en algo unido directamente a lo puramente artístico, dando lugar a multitud de géneros, desde los más tradicionales como el baile de salón, hasta los más modernos como el funky o el breakdance. La repercusión de la danza en la sociedad acabó por convertirla en disciplina académica a principios del siglo XX. De ahí, pasó a las universidades, que comenzaron a investigar sus implicaciones psicológicas, deportivas, afectivas y socioculturales.
Bailando en el Campus
Como consecuencia directa de la relación entre danza y universidad, el pasado mes de octubre nació en el seno de la UCAM la Compañía Universitaria de Danza, compuesta en su totalidad por alumnos de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Se trata de catorce jóvenes, siete chicos y siete chicas, que superaron las audiciones programadas a principio de curso.
“La idea nació a través del Grupo de Investigación de Artes Escénicas. La Compañía Universitaria de Danza ha surgido de forma natural a raíz del trabajo realizado con los alumnos”, afirma María Dolores Molina, directora del grupo. “Ellos mismos demandaban más. Nos dimos cuenta de que los alumnos tienen ganas de bailar, de compartir y de moverse”, destaca.
Por tanto, la Compañía de Danza no surge de la nada, sino que se erige como fruto de las propias necesidades de los alumnos de la UCAM. “Desde que estoy trabajando en la Universidad como docente”, cuenta la directora, “siempre he tenido un grupo de alumnos que me han demandado trabajar más allá de las clases. Con ellos hemos hecho muchas salidas a institutos en la semana de la cultura, hemos participado en congresos de la UCAM amenizando el evento, etc.”.
Los integrantes de la Compañía se reúnen dos veces por semana en el UCAM Sports Center para ensayar, a lo que suman un entrenamiento de cuatro horas en el Centro Párraga un sábado de cada mes. La intención, tal y como apunta María Dolores Molina, es no interferir en el trabajo formativo de los alumnos: “no queremos interrumpir horarios de clases, ni los suyos ni los míos”.
Aunque acaba de empezar su andadura, la Compañía Universitaria de Danza de la UCAM tiene ambición y ya se plantea objetivos ante grandes públicos. “Estamos trabajando para tener repertorio. Queremos actuar en galas, congresos, campeonatos universitarios de danza, el Creajoven, etc.”, señala la directora. “Igual que tenemos el Máster de Danza y una compañía, ¿por qué no una futura escuela de baile?”.
La unión del talento y la pasión de catorce de sus alumnos hace que octubre de 2013 quede ya como una fecha marcada a fuego en la historia de la UCAM, pues se trata de una iniciativa innovadora que permite al arte tomarse de la mano con el esfuerzo, el trabajo y la formación universitaria.
Si quieres entrar en la Compañía Universitaria de Danza, envía un email a mdmolina@ucam.edu