Un prototipo de bajo coste permite conocer en tiempo real la calidad de las aguas residuales
La UCAM, que ha validado este dispositivo en cuatro depuradoras de la Región, participa en el proyecto europeo Life Ecosens Aquamonitrix, junto con socios de Irlanda, Finlandia, Portugal y España.
La Universidad Católica de Murcia ha celebrado las Jornadas monitorización, análisis y gestión inteligente del agua, en las que han dado a conocer un avance de los resultados del proyecto europeo Life Ecosens Aquamonitrix, en el que participa con sus grupos de investigación GRITA y TASA, junto a otras instituciones y empresas, como la española LKS Krean, o TelLab (Irlanda), Kemira (Finlandia) y la Universidade Nova de Lisboa. Este proyecto europeo está cofinanciado por la Comisión Europea, a través del programa Life centrado en medio ambiente y cambio climático.
Los investigadores han desarrollado e implementado, durante 3 años, un sistema de bajo coste, portátil y autónoma para la monitorización de aguas, tanto residuales como de origen natural, para controlar su calidad a tiempo real mediante tecnologías IoT. Se instalaron 17 dispositivos en los diferentes países participantes, nueve de ellos en las depuradoras de Molina de Segura, Alcantarilla, San Pedro del Pinatar y Los Alcázares -pertenecientes a la red de saneamiento y depuración de la Región ESAMUR- los cuales han permitido conocer los valores de nitratos y nitritos, compuestos que resultan de interés en nuestra Región.
Juan Miguel Navarro, investigador principal del grupo GRITA de la UCAM, asegura que en zonas tan áridas como la Región de Murcia “debemos aprovechar todos los recursos hídricos de los que disponemos, de ahí la importancia de la reutilización de las aguas, lo que ya se hace en el 95% de las residuales, destinadas sobre todo para uso agrícola”. Los controles de su calidad se llevan a cabo hasta ahora manualmente en determinados momentos del día, “mientras que este nuevo dispositivo, que se comercializará en breve, ofrece en tiempo real la información sobre la eficiencia del proceso de depuración de las aguas, y por tanto, de su calidad, pudiendo incluso instalarse en ‘puntos calientes’, como las ramblas”, explica Nuria Vela de Oro investigadora del grupo TASA.