Urge un pacto de Estado que permita implementar políticas activas que doten al sector industrial de mayor peso
Los ingenieros técnicos industriales hacen propuestas a la Administración ante “la pérdida de peso de la industria española” (especialmente la manufacturera) y que “el modelo educativo actual no fomenta las vocaciones técnico-científicas, ni se adapta a las necesidades del sector”. Estas conclusiones quedan recogidas en el III Barómetro Industrial del COGITI-Cátedra Internacional COGITI de Ingeniería y Política Industrial de la UCAM y del informe 'Una perspectiva económica de la situación de la industria en España del CGE', que ha encuestado a más de 3.000 ingenieros técnicos industriales y graduados en ingeniería de la rama industrial.
El barómetro constata que la industria española pierde peso: el total de la industria en el PIB español en el año 2000 era del 18,7% y en el 2018 del 16%; datos que se acentúan en el caso de la industria manufacturera, que ha pasado del 16,2% al 12,6% en el mismo periodo y su Valor Añadido Bruto (VAB) bajó del 17,8% en el año 2000 al 14% en 2018. Asimismo se destaca que para el 82% de los encuestados, el modelo educativo actual no fomenta las vocaciones técnico-científicas ni se adapta a las necesidades del sector y se añade que existe un cierto descontento en lo que respecta a las medidas tomadas por la Administración para desarrollar y fomentar el sector industrial.
La presentación del Barómetro, que en esta edición ha contado con la colaboración del Consejo General de Economistas de España (CGE), cuyo Servicio de Estudios ha elaborado el informe, se ha presentado hoy en la sede del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI), en la que han participado por parte del COGITI, su presidente, José Antonio Galdón, y la coordinadora del Barómetro, Mónica Ramírez; y por parte del CGE, su presidente, Valentín Pich, y el director de la Cátedra Economistas Contables del CGE, Salvador Marín; acompañados por José Oriol Sala Arlandis, presidente de la Fundación Caja de Ingenieros; y César Nicolás Martínez, secretario de la Cátedra Internacional COGITI de Ingeniería y Política Industrial de la UCAM.
Como ha explicado el presidente del COGITI, José Antonio Galdón, el Barómetro Industrial del COGITI es un estudio sociológico en el que, a través de las respuestas ofrecidas por más de 3.000 Ingenieros Técnicos Industriales y Graduados en Ingeniería de la rama industrial de todos los ámbitos productivos y de toda la geografía española, se valora la situación actual del sector en España.
Propuestas
El informe, una vez diagnosticada la situación, ofrece una serie de medidas que sus autores entienden que contribuirían de forma positiva al impulso del sector. En opinión de los máximos representantes del COGITI y del CGE, José Antonio Galdón, y Valentín Pich, respectivamente, estas reformas se deberían centrar en “la especialización tecnológica, la apuesta clara y decidida por la industria 4.0, por impulsar una cada vez más necesaria unión fiscal en el ámbito de la UE y que esta esté en perfecta coordinación con una estrategia de política industrial”.
Esta estrategia, ha afirmado el presidente de los economistas, Valentín Pich, debería contar “con decisiones estructurales y de largo recorrido, pensando más en el mañana que en el hoy, y en tres ámbitos muy decisivos que llevamos años sin resolver como son el ámbito energético, el logístico y el de las infraestructuras, pilares fundamentales y que son marcados como factores claves en el análisis de todas las zonas industriales de éxito”.
El cierre del acto ha corrido a cargo del presidente del COGITI, José Antonio Galdón. “Nosotros estamos haciendo todo lo que podemos y además pensamos que España tiene todos los ingredientes para ser una potencia industrial, pero también consideramos que hace falta muchísimo más, y todo ello pasa por un gran Pacto de Estado que permita implementar una serie de medidas estructurales y de largo recorrido.
Entre ellas, Galdón ha destacado la necesidad de “una política energética estable que genere confianza en los inversores, y una energía barata que no sea un lastre para la competitividad de nuestros productos. A ello hay que unir el acceso al crédito para la mejora tecnológica de nuestras industrias (implantación 4.0) y la innovación de productos, y para emprender nuevos proyectos industriales, en especial para las pymes industriales”.