El vicepresidente tercero del Congreso de los Diputados, Jorge Fernández Díaz inauguró la segunda jornada de sesiones con la ponencia ‘Juan Pablo II, el Papa de la paz y los derechos humanos´

El vicepresidente tercero del Congreso de los Diputados, Jorge Fernández DíazPronunció la ponencia bajo el título ‘Juan Pablo II, el Papa de la paz y los derechos humanos”. Fernández resaltó las enseñanzas de Juan Pablo II sobre cuestiones como el terrorismo o la llamada “cultura de la muerte”, denunciada de forma reiterada por el pontífice. Fernández Díaz destacó también las acciones exteriores que el papa Wojtyla llevó a cabo en torno al “bloque Norte-bloque Sur”, denunció el gran contraste entre los países desarrollados y subdesarrollados y explicó como la política propia que Juan Pablo II defendió, ante una Europa dividida por el Muro de Berlín y el conjunto del Telón de Acero, la dignidad del hombre que exigía su libertad.El arzobispo de Burgos, monseñor Francisco Gil HellínAnalizó la caridad pastoral en el pontificado de Juan Pablo II. En palabras de monseñor Gil Hellín, “Karol Wojtyla supo ser buen Papa porque antes fue un buen sacerdote y un buen obispo, que conoció bien la realidad diocesana”. El arzobispo de Burgos añadió que ”era el buen pastor que la Iglesia necesitaba. “Su caridad pastoral, entendida como la entrega total de sí mismo a los demás, fue demostrada de forma permanente a través de sus catorce encíclicas, 1060 audiencias públicas celebradas, once Constituciones Apostólicas…”. Monseñor Gil Hellín destacó entre algunos ejemplos paradigmáticos del pontificado de Juan Pablo II, su actitud impulsora con las nuevas realidades eclesiales, su actitud para con las familias jóvenes, así como las Jornadas Mundiales de la Juventud, que se iniciaron bajo su pontificado en 1984.El arzobispo metropolitano de Zaragoza, monseñor Manuel UreñaPronunció la ponencia ‘Fe y razón en el pensamiento de Juan Pablo II’. Monseñor Ureña afirmó que ”Juan Pablo II y Benedicto XVI compartían una misma línea de pensamiento centrada en que el hombre es un ser trascendente por naturaleza”. Reseño además que el espíritu humano está permanentemente abierto a Dios y que la razón, en su uso metafísico, constituye el arma mediante la cual el hombre se encuentra a sí mismo como vocal de la verdad trascendente y puede conocer a Dios”.El arzobispo emérito de Barcelona, cardenal Ricardo María CarlesProfundizó en la doctrina trinitaria de Juan Pablo II. Según monseñor Carles “la Trinidad es la verdad más sorprendente de la Revelación. Aparece como un desafío supremo a la razón humana. Una vez que se admite que Dios es único, nos preguntamos cómo concebir que pueda existir en tres personas”. Asimismo, ha explicado que “sólo Dios es Dios, pero no es un dios solitario, como le creen judíos, musulmanes y alguna otra religión. Si Él viene sin cesar hacia nosotros, es en primer lugar porque desde toda la eternidad él es amor, relación, comunión con el Hijo y el Espíritu Santo”.

El vicepresidente de la Cámara de Diputados de Italia, Rocco ButtiglioneEl parlamentario italiano, estrechamente vinculado al Papa polaco, expuso el proyecto europeísta de Juan Pablo II y afirmó con rotundidad que “el comunismo cayó gracias al testimonio de fe y cultura de todo un pueblo”. Buttiglione explicó que el régimen que afirmaba gobernar en nombre de los obreros y campesinos, no resistió la prueba evidente de que éstos se reconocían más en la Virgen de Czestochowa, que en la hoz y el martillo y recalcó que, durante su primera peregrinación a la Polonia libre, Juan Pablo II advirtió a los líderes de la nación reunidos en el Palacio Real de Varsovia, que el país se encontraba en una encrucijada: sentarse como el último país a la mesa del consumismo occidental, o entrar en Europa llevando consigo el legado del gran testimonio que se había ofrecido durante los años del comunismo, como un tesoro capaz de enriquecer el conjunto de Europa y ayudarla recuperar la verdadera conciencia de su identidad.

El Presidente del Comité POntificio para los Congresos Eucarísticos, y Prefecto emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, cardenal Jozef TomkoDisertó sobre `La dimensión misionera y el impulso a la Nueva Evangelización en Juan Pablo II´. Tomko explicó que “el ministerio misionero del gran Papa, gira en torno a sus viajes, mientras que su magisterio misionero, encuentra la expresión más completa en la encíclica `Redemptoris Missio´, a las que se añade la categoría cada vez más evidente de la Nueva Evangelización”. El purpurado relató en relación a la dimensión viajera del pontífice, una anécdota descriptiva que circulaba por Roma durante los últimos años de su pontificado. “A la pregunta sobre la diferencia entre el Padre Eterno y el Santo Padre, la respuesta era la siguiente: el Padre Eterno está en todas partes. El Santo Padre, ya ha estado”. “El balance de sus 104 viajes fuera de Italia, es impresionante y abarca todos los continentes, pero los más duros entre ellos, fueron sin duda los más de veinte viajes en tierra de misión”, aseguró. El cardenal Carlos Amigo, arzobispo emérito de Sevilla y miembro del Consejo Pontificio para la Pastoral de la SaludMostró la estrecha vinculación de Juan Pablo II con el fenómeno del sufrimiento, a través de una ponencia titulada `Juan Pablo II y el sufrimiento. Un testigo y un maestro´ y explicó que el Papa  Wojtyla sentía un especial afecto y preocupación por los enfermos, los ancianos, los débiles, los leprosos los afectados por el SIDA y recordó las palabras con las que Juan Pablo II se dirigía a ellos. “Ocupáis un lugar especial en mi corazón. Cuando estoy con vosotros me encuentro con la fuerza de la sabiduría divina que existe en la cruz de Cristo. Quiero hablaros con mi sola presencia, abrazaros a todos y cada uno de vosotros y a cada uno daros una señal de esperanza”. El cardenal amigo añadió que “todos los que sufren estaban en el corazón del Papa. Juan Pablo II les manifestaba continuamente su aprecio y les llevaba una palabra de esperanza, de forma especial en el transcurso de sus viajes apostólicos, en los que no solía faltar un encuentro con ellos”. El cardenal arzobispo de Barcelona, Luis Martínez SistachAnalizó la colegialidad episcopal en el Magisterio de Juan Pablo II y destacó su importancia capital en el contexto del Concilio Vaticano II, donde constituyó uno de los temas estrella. El purpurado afirmó que “la comunión con el Papa implica ser Católico y estar asimismo en comunión con el resto de los obispos que integran el Colegio Episcopal y destacó  la importancia de éste órgano en el pensamiento del Papa polaco. “Juan Pablo II tuvo ante sí la misión de aplicar el espíritu del Concilio Vaticano II en relación con la colegialidad  episcopal. El Papa afirmaba que un obispo no debe limitarse de forma única a trabajar por la diócesis que se le ha encomendado, sino que debe buscar el bien de toda la Iglesia Universal”. El purpurado aseguró que la colegialidad afectiva y efectiva, constituye una gran ayuda para el primado de Pedro y destacó la importancia de las conferencias episcopales, como expresiones particulares de la colegialidad, de las Visitas ad Límina, vinculadas estrechamente al afecto episcopal y de la actividad sinodal, a la que Juan Pablo II concedió una importancia capital.