Los hermanos Roca, profesores honoríficos del Grado en Gastronomía de la UCAM
El Aula de Cocina de la Universidad Católica de Murcia lleva el nombre de los hermanos Roca. Se han sentado las bases para un convenio de colaboración en materia de prácticas de los alumnos o el uso de los laboratorios de la Universidad.
Los hermanos Roca serán nombrados profesores honoríficos del Grado en Gastronomía de la UCAM, cuya Aula de Cocina lleva el nombre de ‘GastroLab Hermanos Roca’. Dicho nombramiento fue aceptado por los chef en la visita que le hicieron, recientemente, a El Celler de Can Roca, el vicedecano del Grado, José María Cayuela; el director comercial del Grado, Juan Pedro Cano; y la coordinadora académica, Adela Abellán.
Cabe recodar que la relación de los hermanos Roca con la UCAM procede del curso pasado, cuando Joan Roca impartió la lección inaugural del Grado en Gastronomía en el Templo de Los Jerónimos; en el trascurso de la misma afirmó que “la gastronomía en este país es importante y la universidad le aporta metodología”.
En la visita a El Celler de Can Roca se sentaron las bases para un convenio de colaboración en materia de prácticas de los alumnos que cursen los grados en Nutrición Humana y Dietética, Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Gastronomía. Además, se pusieron los laboratorios de la UCAM a disposición de los hermanos Roca para temas de investigación y apostar por la creación del plato desde el origen.
Tras la visita, José María Cayuela, vicedecano del Grado en Gastronomía, afirmó que “tanto El Celler de Can Roca como Can Roca transmiten un trato muy cercano a quien lo visita. Desde el primer momento que contactamos con los hermanos Roca, tanto Joan como Jordi y Josep estuvieron pendientes de todos los detalles; tanto sus padres como ellos nos involucraron en la familia Roca, en las instalaciones y en las mismas cocinas del restaurante”; “desde la huerta al espacio de investigación todo está impregnado de unión y consenso familiar, y eso es lo que le ha dado ser el mejor restaurante del mundo”, concluye Cayuela.